Hoy hace un año que nuestra protagonista cumple un año, aunque nació hace ya 54.
Todo comenzó hace 15 meses, de repente, como suele surgir el daño cerebral. Estando en una reunión con amigos la sorprendió un fuerte dolor de cabeza, perdió la conciencia, cayó al suelo y ahí la vida que conocía hasta entonces cambió por completo.
Surgió el miedo, la angustia, la desesperación, la incertidumbre de no saber qué estaba pasando. Y le pusieron nombre. Era una hemorragia subaracnoidea. Un tipo de hemorragia intracraneal en la cual el sangrado se produce entre los surcos y cisuras del cerebro, en el espacio subaracnoideo. Y encontraron la causa. Era debida a un aneurisma. La más frecuente entre las causas no traumáticas. Una pequeña pared debilitada en una arteria, que se rompe y provoca el caos.
Se actúa. Se salva una vida.
Y pasa el tiempo, pasan meses en el hospital, y surgen desafíos para los médicos que la tratan, en forma de las complicaciones propias de una hemorragia subaracnoidea, estrechamiento de los vasos sanguíneos del cerebro, nuevo resangrado por esa arteria debilitada, aumento de la tensión dentro del cerebro, aumento del líquido cefalorraquídeo, crisis epilépticas… y entre cada una de ellas surge miedo y más miedo. Pero poco a poco va luchando, va avanzando y va alcanzando la estabilidad, hasta que su vida ya no corre peligro y llega el esperado momento de la vuelta a casa.
Y hoy se cumple un año desde que nos conocimos.
Un año de lucha en equipo. De fisioterapia, de logopedia, de terapia ocupacional, de neuropsicología. De trabajo diario, de sesiones con ella y con la familia, de cursos, de charlas, de aprendizaje continuo. De esfuerzos, de intentos, de cansancio, de pelea conjunta, de avances, de logros, de alegrías. De volver a reaprender lo aprendido, de volver a recordar lo vivido. De recuperar esencias de ella.
Un año desde que empezamos esta aventura.
A continuación os dejamos la carta que la carta que nos escribió y leyó el día de la celebración.
Y el regalito que nos hizo a cada uno de los profesionales del Servicio de Neurorrehabilitación de Hospitales VITHAS Sevilla Aljarafe. Para nosotros ha sido un gran detalle que ha hecho crecer mucho más, si cabe, nuestra vocación profesional. GRACIAS
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